Desde la elección del adecuado calzado de seguridad o de trabajo hasta la misma elección de los calcetines pasando por la temperatura y la climatología, todo influye en el cuidado de los pies en el trabajo, y no sólo si pasas muchas horas de pie, igualmente si lo que estás es sentado gran parte del día.
Si temporalmente o de forma habitual trabajas realizando tareas repetitivas hay partes de tu cuerpo que pueden resentirse o incluso sufrir lesiones si no tomas medidas diarias para mitigar esas posibles dolencias.
La enfermedad profesional viene definida en el Art. 116 de la LGSS como aquella “enfermedad contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y desarrollo de esta ley (…)”
La Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/95 de 8 de noviembre) es el conjunto de actividades y medidas que las empresas adoptan con el fin de evitar o disminuir riesgos derivados del trabajo a través de una evaluación inicial de estos riesgos. Para poder llegar a ella es necesario analizar el entorno laboral del trabajador..
En línea con el post anterior en el que os dábamos unos sencillos consejos para evitar las consecuencias de pasar muchas horas trabajando, hoy nos centramos en una de las partes más temidas, laboralmente hablando, del cuerpo,: ejercicios para el cuello.
En, Fal Calzados de Seguridad, hemos ampliado nuestra línea Life, línea de calzado muy transpirable, para uso profesional fabricada en pieles serraje, mesh y corduras.
A lo largo de los años se ha ido incrementando el número de trabajos en los que pasamos horas (demasiadas) sentado sin ni siquiera levantar la mirada de nuestra labor, no sólo los trabajos en oficina sino también muchos de ellos en plantas productivas o incluso al volante.
Cuando pasamos muchas horas en el trabajo, pasamos también muchas horas sin mover nuestras piernas, estemos o no de pié, y finalmente acaban resentidas. Es por ello que es importante, de vez en cuando, realizar algún ejercicio, incluso estando sentado, para que nuestras extremidades no estén en la misma postura durante demasiado tiempo, y para permitir una mejor circulación de la sangre.
Después de un merecido descanso la mayoría de nosotros volvemos a trabajar, algunos sentados, otros de pie, moviéndonos, quietos, … El hecho de estar muchas horas en la misma posición o desplazando y portando objetos hace que en todos y cada uno de nuestros movimientos surjan los llamados riesgos ergonómicos.